domingo, 16 de marzo de 2008

EL ENORME PODER DEL SÍ - Eckhart Tolle

Y cuando verdaderamente notas que una flor existe en completa quietud
no sólo está quieta en su lugar : se puede sentir la quietud que la rodea,
el sentimiento de quietud, incluido en la Naturaleza
y es maravilloso ; está viva pero no hace ruido
así que el darse cuenta de esa dimensión es el espacio que rodea el “contenido” de tu vida y he dado tan solo el ejemplo de la flor
pero se aplica a todos los “contenidos” de tu vida, a todas las experiencias
que te suceden. Vamos a pasar de la flor a un atasco de tráfico :
estás sentado en el coche, estresado ;
quieres salir de allí, lo necesitas, pero nada se mueve.
Sin embargo, hay una experiencia, la de estar inmóvil
así que la experiencia de ser consciente de la flor puede ahora trasladarse al atasco, notando que la quietud está allí, rodeándote dentro del espacio, porque el espacio (“espaciosidad”) es siempre el ahora en el que algo sucede ¿Y cómo descubres el espacio en ese suceso?
Simplemente permitiendo
ese momento ser. En el momento en que dices SI a la situación en lugar de luchar
y resistirte a lo que es, te haces consciente de
esa dimensión que es más profunda que el suceso.
La próxima vez, en un atasco de tráfico prueba a ver qué sucede si dices: Sí, aquí estoy,
los coches no se mueven
y estos es como es.
y de repente, esa quietud aparecerá alrededor del “contenido”
y después tu práctica puede ser observar alguna emoción que aflora, por ejemplo la ira.
Puede ser que no hayas llegado a tiempo a algún sitio por culpa del atasco
así que estoy enfadado,
la ira llega
y aquí también puedes permitir esto. Esta ira alimenta energéticamente a (¿el ego?¿la situación?).
Es como es:
es la energía llamada ira,
energía atrapada como
si algo quisiera salir.
Es como es …… Sí, no es tan fácil.
No es igual sentir la quietud silenciosa alrededor de la flor que alrededor de la ira
pero el mismo principio es el que funciona:
cualquier cosa que permites, cualquier forma que aflora,
cualquier cosa a la que no te opones porque ves la futilidad de resistirte.
esta forma es así porque es así.
Desde luego, un acción al respecto es posible, pero mientras tanto, esto es así.
Así, lo que quiera que aparezca en el ahora es completamente aceptado
y a través de eso, la más profunda dimensión de repente se revela a través de ti
y esto es lo que he llamado la “quietud espaciosa”…
Nada puede suceder fuera del campo del ahora.
La mayor parte de la gente no es consciente del campo, sólo son conscientes de lo que sucede en el campo y están identificados con lo que sucede en el campo del ahora, reaccionando a ello en su búsqueda del yo.

domingo, 2 de marzo de 2008

EL EGO Y EL MOMENTO PRESENTE – por Eckhart Tolle

La relación más importante y primordial de la vida es la relación con el Ahora, o mejor aún, con cualquiera que sea la forma que adopte el Ahora, es decir, lo que es o lo que sucede. Si la relación con el Ahora es disfuncional, esa disfunción se reflejará en todas las relaciones y en todas las situaciones de la vida. El ego podría definirse sencillamente como una relación disfuncional con el momento presente. Es en este momento cuando podemos decidir la clase de relación que deseamos tener con el momento presente.


Una vez que hemos alcanzado un cierto nivel de conciencia, es decir, de Presencia (y si está leyendo esto es porque seguramente es su caso) estamos en capacidad de decidir qué clase de relación deseamos tener con el momento presente. ¿Deseo que éste momento sea mi amigo o mi enemigo? El momento presente es inseparable de la vida, de tal manera que nuestra decisión se refiere realmente a la clase de relación que deseamos tener con la vida. Una vez tomada la decisión de ser amigos con el momento presente, nos toca dar el primer paso: mostrarnos amigables con él, acogerlo independientemente de su forma de presentarse. Y no tardaremos en ver los resultados. La vida se torna amable con nosotros. La gente nos ayuda y las circunstancias cooperan. Pero es una decisión que debemos tomar una y otra vez, hasta que aprendemos a vivir naturalmente de esa manera.


Con la decisión de hacer amistad con el momento presente viene el fin del ego. El ego no puede nunca estar en consonancia con el momento presente, es decir, en consonancia con la vida, puesto que su propia naturaleza lo induce a resistir, menospreciar o hacer caso omiso del Ahora. El ego se nutre del tiempo. Mientras más fuerte el ego, mayor es el tiempo durante el cual controla nuestra vida. Casi todos nuestros pensamientos entonces se refieren al pasado o al futuro y el sentido de lo que somos depende del pasado, donde encuentra una identidad, o del futuro donde busca su realización. El temor, la ansiedad, la expectativa, el remordimiento, la culpa, y la ira son disfunciones del estado de la conciencia atrapado en el tiempo.


El ego trata el momento presente de tres maneras: como un medio para una finalidad como un obstáculo o como un enemigo. Analicemos una a la vez, de tal manera que cuando ese patrón se apodere de usted, pueda reconocerlo y decidir nuevamente.


En el mejor de los casos, el ego ve en el momento presente un medio para cumplir una finalidad. Sirve para llevarnos a algún momento en el futuro considerado más importante. Pero el futuro nunca llega salvo como momento presente y, por tanto, nunca es más que un pensamiento en la cabeza. En otras palabras, nunca estamos totalmente aquí porque siempre estamos ocupados tratando de llegar a algún otro lugar.


Cuando este patrón se acentúa, lo cual suele suceder, el momento presente es visto o tratado como si fuera un obstáculo a superar. Es allí donde surgen la impaciencia, la frustración y el estrés y, en nuestra cultura, esa es la realidad cotidiana, el estado normal de muchas personas. La Vida, la cual ocurre ahora, es vista como un "problema", y todos habitamos en un mundo lleno de problemas que debemos resolver para ser felices, sentirnos realizados o comenzar realmente a vivir (o por lo menos eso creebmos). El problema está en que, por cada problema que resolvemos aparece uno nuevo. Mientras veamos un obstáculo en el momenbto presente, los problemas no tendrán fin. "Seré lo que deseas que sea", dice la Vida o el Ahora. "Te trataré como tú me trates. Si me ves como un problema, eso seré para ti. Si me tratas como a un obstáculo, seré un obstáculo".


En el peor de los casos, y esto también es muy común, el momento presente es visto como un enemigo. Cuando odiamos lo que hacemos, nos quejamos de nuestro entorno, maldecimos de las cosas que suceden o han sucedido; o cuando nuestro diálogo interno está lleno de lo que deberíamos o no deberíamos hacer, de acusaciones y señalamientos, entonces nos peleamos con lo que es, con aquello que de todas maneras ya es como es. Convertimos a la Vida en nuestra enemiga y ella nos dice, "si lo que quieres es guerra, guerra tendrás". La realidad externa, la cual es siempre el espejo de nuestro estado interior, se experimenta como algo hostil.


Una pregunta crucial que debemos hacernos con frecuencia es ¿cuál es mi relación con el momento presente? Después debemos estar alertas para descubrir la respuesta. ¿Trato el Ahora apenas como un medio para llegar a una finalidad? ¿Lo veo como un obstáculo? ¿Lo estoy convirtiendo en enemigo? Puesto que el momento presente es lo único que tendremos, puesto que la vida es inseparable del Ahora, lo que la pregunta significa realmente es, ¿cuál es mi relación con la vida? Esta pregunta es una forma excelente de desenmascarar al ego y de entrar en el estado de Presencia. Aunque la verdad absoluta no está encarnada en la pregunta (en últimas, yo y el momento presente somos uno), es una guía importante hacia el camino correcto. Hágase esa pregunta con frecuencia, hasta que ya no la necesite.


¿Cómo trascender una relación disfuncional con el momento presente? Lo más importante es reconocerla en nosotros mismos, en nuestros pensamientos y en nuestros actos. Estamos en el presente en el momento mismo en que notamos que nuestra relación con el Ahora es disfuncional. Ver equivale al afloramiento de la Presencia. Tan pronto como vemos la disfunción, ésta comienza a desvanecerse. Algunas personas se ríen cuando ven esto. Con el reconocimiento viene el poder de elegir: la posibilidad de decirle "sí" al Ahora y de aceptarlo como amigo.