jueves, 24 de julio de 2008

33 pasos para reclamar tu poder interior de Stuart Wilde - PASO 15: NO TE AFERRES A NADA

Este paso es de los duros. Eres una energía infinita dentro de un cuerpo; las cosas que te rodean no son realmente tuyas. Son manifestaciones materiales de una infinita abundancia. Por lo tanto, tu coche, tus ropas, son todos unos alquileres de la Fuerza Divina. Nada de eso es tuyo. Cuando partas de este plano terrestre vas a tener que dejarlo todo atrás.
Poniendo un montón de emoción en “tener” incrementas el “no-tener”, porque limitas por definición lo que tienes. Así que todo lo demás que hay en el mundo cae dentro de la categoría “yo no tengo eso”.

Vienes al plano terrenal como energía. Tienes un cuerpo para operar aquí, y generas dinero para sostenerlo, pero esto es diferente de generar dinero por seguridad. No hay dinero suficiente en el mundo que pueda hacer el ego suficientemente seguro. Eso es por lo que los millonarios se machacan sin descanso, a menudo perdiendo lo que ya tienen en la persecución de más. Es en parte un viaje de poder y en parte uno de seguridad.

La función del dinero no es tenerlo; su función es usarlo. La razón principal para generar dinero es comprar experiencias. Quieres llegar al final de tu vida con nada en el banco, y mirar atrás y decir;: “Dios mío, mira esta enorme pila de experiencias”, porque ninguno de tus recuerdos se ha perdido. Todo lo que has hecho está en tu memoria eterna en algún lugar. Así que lo que vas a hacer no es anhelar y adquirir cosas, porque eso te hará neurótico y a menudo te mantendrá pobre. Has de invertir en ti mismo, y ya estás invirtiendo en ti mismo porque estás invirtiendo tiempo y probablemente dinero en leer esta clase de libros, así que, obviamente, lo haces.

Libera el tener o no tener. Si eres dueño de grandes propiedades, bien, es bastante justo. Pero no dejes que tus propiedades te controlen. No quieres que la cosa se convierta en una carga. Si compras un gran coche, eso suena bien. Pero, de hecho, has de cuidarlo, asegurarlo, preocuparte de él. ¿Cuánta energía vas a poner en el coche?. Puede ser mejor que tengas uno viejo que puedas dejar en cualquier sitio con una nota diciendo: “Por favor, róbemelo. Necesito el dinero del seguro”. Si tienes un Ferrari y estás constantemente preocupado por si alguien te destroza los faros a patadas, el coche te controla.

Por tanto, cuando no te agarras a las cosas, eres libre. Esto también se aplica a las relaciones en tu vida. “Estoy con esta persona. Estoy con ella hoy; eso es bonito. Pero no soy su dueño. Si ella está aquí, está aquí; si no está, no lo está. No soy su carcelero”. Si le das espacio a la gente, normalmente se quedan para siempre.

“Estoy en este trabajo hoy, pero mañana puede que haga otra cosa”. Cuando no te aferras, eres libre. Cuanto más “puño cerrado” eres y más defiendes “lo mío”, menos tendrás al final. ¿Cuál es el objetivo de tener millones en el banco si vives una vida triste y avariciosa? Cuanto más defiendas lo tuyo a través de la emoción de “mío”, más pérdidas tendrás y más te desconectarás del Yo Infinito interior.

Todo lo que tienes está en manos de la Fuerza Divina. Si llegas a casa y el estéreo no está, puedes decir: “Ah, han venido a por el estéreo”, mejor que ponerte histérico. Sólo es que ha vuelto a la fuerza Divina. Otra persona lo tiene ahora. Eso deja espacio para que entre otro estéreo en tu vida. O deja espacio para que no haya otro estéreo. Ahora tendrás silencio para meditar y pensar acerca de quién eres y qué quieres en la vida. Entonces te puede venir: “Bien, lo que quiero realmente es un almacén de aparatos hi-fi”. Y sales. Bum!, materializas un almacén de hi-fi. Entonces puedes decir: “Mira todos esos aparatos; soy el dueño de todos. Pero realmente no son míos. Los alquilo a la Fuerza Divina, y voy a venderlos a otra gente que también quiere alquilárselos a la Fuerza Divina. ¡Que sistema tan maravilloso!”.

Así que, una vez que entiendes este concepto, todo es provisional. No aferrándote a nada, eres dueño de todo. Mucho mejor. Más en paz. Y puedes realmente disfrutar la belleza del coche porque no estás sentado allí preocupándote de él. Puedes oler el cuero y conducirlo pensando, ¡Guau, esto es genial!.

La gente iguala seguridad a tener cosas. Las cosas que tienes son, en su mayor parte, como clavos que traspasan tus pies para mantenerte verdaderamente pegado al suelo. Es materia. Te derrumba. La mitad de lo que tienes no merece la pena porque te crea una prisión, no un campo para correr.

Por lo tanto, comienza dándote cuenta de que no tienes nada. No eres nada. Cuando llegues al punto donde puedas decir, “Yo no soy nada”, serás libre, porque en ese punto lo eres todo. Si te defines a ti mismo, entonces hay un montón de cosas que no eres. No te agarres a nada. Usa las cosas, disfrútalas, sé agradecido y da las gracias, y cuando hayas acabado libéralas. Entonces eres libre.

Como dije, he viajado muchísimo en mi vida. Tengo dos maletas y un portátil, que es bastante. Me quedo en un país seis meses y luego me voy. Voy a otro lugar tres meses y lo dejo. Luego vuelvo al primer país durante dos semanas, etc. Al final, mi vida entera está en dos maletas. “Guau, genial; dos maletas, una para cada brazo. Tres maletas sería un problema”.

No soy pobre. Mis ex - mujeres tienen una buena porción de mi dinero, y mis amigos tienen otra buena porción, pero yo tengo un poco en el banco en algún lugar. Lo uso para crear más energía. Extrañamente para mí incluso tengo una casa. Está en Australia. No tengo permiso de residencia allí, así que no voy a menudo. Tuve que quedarme la casa después de uno de mis divorcios; gran mujer. No vivo en ella, ni la alquilo. Las casa no demasiado estacionarias para mi gusto, pero voy una vez al año durante dos semanas.

Es realmente interesante, construí la casa con montones de trampillas y pasadizos secretos; hay como cien yardas de ellos entre las paredes. La casa es misteriosa, pero no lo suficientemente misteriosa para que me quede. Nunca he sido aficionado al patrimonio; pesa demasiado y te aplasta. Y el gobierno siempre puede hallarlo. No hay nada más sexy que montones de dinero en el banco, que usarás para crear energía y comprar experiencias. No tienes que asegurarlo. En América, el gobierno lo asegura por ti. No hay nada más sexy que una mujer con sus bolsillos llenos de billetes, muy sexy.

No te aferres a las cosas, porque al final, es una completa ilusión que seas dueño de algo. No lo eres. Sólo lo tomas prestado de Dios, y un día, Dios va a quererlo de vuelta.
O.K. Vayamos al próximo paso.

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