lunes, 25 de agosto de 2008

33 pasos para reclamar tu poder interior de Stuart Wilde - PASO 31: BÚSQUEDA INICIÁTICA

Ahora llegamos a los últimos tres pasos de “33 pasos para reclamar tu poder interior”. Estos últimos tres pasos no son realmente etapas son energías o percepciones con las que te puedes alinear. El paso 31 es Búsqueda, el 32 es Fusión. Los pasos 31 y 32 crean juntos la energía 33, que es El Iniciado.

Búsqueda es, por supuesto, ese viaje sagrado desde el ego al espíritu. Pero es más que eso. Creo que cuando tomas la decisión de buscar tu yo Infinito, te unes a una energía interior especial. Puedes llamarle una luz guía, un arcángel, una intuición espiritual, llámale como quieras.

Es casi como si en tu búsqueda hacia lo superior, decidiendo llegar a ser más, un poder invisible se pusiera en marcha para unirse a ti. Hay un proceso interior que funciona y creo que viene de fuera de este planeta, fuera de este mundo. Desde ahí, tú eres vinculado de repente a una energía muy sagrada, antigua, santa, que es más vieja que el tiempo, que viene para darte la habilidad de trascender.

En tus meditaciones, llama al poder de la Búsqueda para que se te una, y sentirás como entra en tu vida. Te mostrará cosas. Le tengo un gran respeto; ayuda a dar forma a un puente desde este mundo a los mundos internos y las dimensiones dentro del Yo Infinito. Es parte del Gran Misterio. De dónde viene, no lo sé; es una reserva de energía que muchos nunca alcanzan. Está aquí para ayudar.

Al final de la evolución de esta tierra, vamos a tener que trascender, porque de otro modo, crearemos daño sobre el plano terrestre, un infierno viviente. El viaje final para todos sobre este planeta es alcanzar el punto dentro de ellos donde está el espíritu, más que el ego. Por el momento, somos cuerpos físicos y egos. Somos italianos, alemanes, franceses, africanos, asiáticos y lo que sea. Al final, seremos todos espíritus que les ha sucedido que están en un cuerpo físico que nació en Vanuatu, o donde quiera que hayas nacido.

La búsqueda es una energía sagrada que llamas a tu vida. No está aquí para que hagas dinero. No está aquí para que ganes poder y tengas más experiencias sexuales. Es una energía sagrada que te ayuda a dejar la emoción de esta existencia.

Te hablé al comienzo del pergamino místico donde has firmado como que deseas evolucionar. Cuando tomaste esa decisión de evolucionar, con lo que estuviste de acuerdo fue con matar el ego. En otras palabras, evolucionar más allá del plano terrestre y permanecer en él es un gran premio. Tienes todos los beneficios de esta increíble evolución, y la belleza de todo ello, pero no te dejas absorber por su agonía. Así que ese es tu premio. Pero, para reclamarlo, has acordado eliminar el ego.

Conforme comienzas con las disciplinas espirituales y empiezas a meditar, ayunar, y hacer los procesos de los que hemos hablado en los 30 pasos previos, empiezas a sacarle poder al ego. Lo que estás realmente haciendo es hacer desaparecer tu personalidad.
Si, en tu viaje, encuentras que has tenido pensamientos mórbidos y sientes como que te estás muriendo o rompiendo, entérate de que esto es parte del proceso. Los sentimientos vienen porque el mundo del ego se está derritiendo así que se siente empequeñecido y triste. Hay gente que me lo ha descrito en mis seminarios como si pequeños trozos de sí mismo se estuvieran rompiendo, como un témpano de hielo que se derrite y se va rompiendo y los trozos se van flotando por ahí. Cada trozo que cae sirve para hacerte más ligero y más espiritual; tu energía crece y con ella tu percepción.

En “Susurrando vientos de cambio”, hablé del símbolo de Cristo en la cruz como un símbolo de la muerte del ego. Has de abandonarte a ti mismo para poder encontrarte a ti mismo. En la historia de Jesús le vemos como una gran luz en un cuerpo humano, con una personalidad y un ego que tiene que morir y elevarse de nuevo después de tres días.

Al pie de la cruz están María Magdalena y las demás mujeres. Este fue un modo de decir que mientras el ego está atravesando su muerte, la feminidad dentro de ti, el yin, la suavidad, el silencio, el Tao, lo sagrado, ha de sentarse, observar y esperar. No hay nada que se pueda hacer para salvar el ego, porque tu espiritualidad no puede verdaderamente renacer hasta que te entregues a la decisión de eliminar el ego.

Por lo tanto Jesús está en la cruz durante tres días, y las mujeres esperan, preparadas para aceptar la muerte del ego de modo que el Cristos y la espiritualidad del Yo Infinito puedan acercarse. Jesús se sitúa en una tumba, o en un estado de trance, un estado meditativo. Es un lugar silencioso, lejos del mundo, del materialismo, de Poncio Pilatos, de los romanos, de los seguidores, de todo el show que estaba teniendo lugar en Palestina es esos tiempos. El está en silencio. Entonces, tres días después, el se eleva de nuevo, aceptando y abrazando el espíritu. En ese momento, se convierte en el Cristo, el Cristos, imbuido del Espíritu santo, trascendente.

El proceso para ti es muy similar. Tu energía subirá y te encontrarás a ti mismo en el apogeo del poder personal; harás milagros para las gentes. Ellos pueden querer seguirte y declararte dios. Pero, al final, tu estás matando el ego, y entrarás en tu tiempo de tranquilidad. Allí te retiras dentro del yin del Yo Infinito, el espíritu en tu interior, cuando se eleva desde su eterno y silencioso descanso y toma el lugar que le corresponde. Asciendes a otro plano de existencia. Pero no estarás muerto; estarás aún en tu cuerpo, aquí y no aquí, humano y no humano, más allá del dolor y la confusión, en una dimensión de prístina claridad, con una visión desapasionada de la heroica evolución de nuestra gente.

Búsqueda requiere que estés de acuerdo con el viaje. Segundo, te pide que comprendas que conforme evolucionas matarás tu personalidad. Eso no quiere decir que no tendrás una personalidad, que no recordarás las cosas, o que no sabrás quién eres. Pero eliminarás la dominancia del ego-personalidad dentro de ti y empezarás a ver las cosas de un modo totalmente diferente. Es como tomar una obra de arte que está pintada en una clase de papel transparente, cuando brilla una luz detrás, y ver el cuadro totalmente diferente.

Vas a coger la luz de la percepción y hacerla brillar detrás de la realidad de tu día a día. Conforme la luz brilla, vas a ver el mundo en su autentico estado de evolución. Verás cómo es realmente, no cómo aparece ante el intelecto. El proceso transformará completamente tu actitud, tu emoción, tu intelecto, tu psicología, tu espiritualidad. También cambiará tu cuerpo físico. Cuanto más espiritual te vuelvas, más rápido vibrarán las células de tu cuerpo, lo que requerirá equilibrio, y más rápido se puede sanar y mantenerse a sí mismo igualmente.

Búsqueda es el momento sagrado cuando te arrodillas con tu Dios y dices “Dios, hazme sabio”. En este momento, la Búsqueda está allí para ti. A veces en tus meditaciones puede que la veas como un monje encapuchado sin cara. Bajo sus ropajes (no tiene un género particular), hay una luz brillante que destella pero que está escondida por miedo a quemarte con demasiada energía. La Búsqueda es la energía 31 de las 33 energías del Hombre. Viene a ti como un regalo cuando haces el giro inicial.

Para mí, el punto de inflexión fue cuando empecé a abandonar mis rasgos de personalidad. Soy mitad inglés y mitad siciliano. Cuando era un hombre joven de veintitantos años, realmente ejercía de siciliano. Vivía en el Londres urbano y tenía bastante éxito en el negocio de los jeans. Había un horrible grupo de criminales rondando en aquellos días, así que acostumbraba a viajar con este entorno de personajes: matones, guardaespaldas, amiguitas y otra gente variada. El circo perfumado, como yo le llamaba, porque era algo mafioso y fuera de control.

Un día me desperté y pensé, “Espera un poco. Crecí en África y me eduqué en Gran Bretaña. No soy siciliano. Mi nombre es Wilde, no Corleone. ¿Para qué estoy haciendo todo esto? Es ridículo.”

Recuerdo que decidí abandonar el siciliano en mí. En aquellos días, llevaba sombrero negro casi a todos los sitios. Quemé el sombrero, derramándole encima una botella de brandy y prendiéndole fuego después. Ese fue mi modo de liberar el “ser siciliano”. Creo que la Búsqueda viene cuando sales de algo “soy irlandés, soy protestante, soy mujer, soy viejo, soy joven...” Sales de esas definiciones y justo te das cuenta de que eres un ser eterno dentro de un cuerpo que sucede que ha nacido en Irlanda o en donde sea.

La Búsqueda surge del momento sagrado en el que estás de acuerdo con dejar ir. Es un comienzo y un fin al mismo tiempo. Es el momento sagrado en el que te muestras de acuerdo con abandonar la lucha, la emoción, el mundo del ego-personalidad, y sales de ahí. Y conforme lo haces, hay un poder absoluto que se te une desde el interior, que te ayuda. No va arreglar el camino para ti durante los próximos 20 años, minuto a minuto, día a día. Pero hace brillar una luz delante de ti. Es como las lámparas de los mineros, que alumbran un metro o dos enfrente de ellos para mostrarles la parte de roca que están perforando.

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