viernes, 29 de agosto de 2008

33 pasos para reclamar tu poder interior de Stuart Wilde - PASO 33: EL INICIADO

La energía del Iniciado es difícil de describir porque está más allá de la mente, más allá del subconsciente y del intelecto. Está fuera de lo que consideramos la evolución terrestre. Está aquí y no está aquí al mismo tiempo. Intentar ponerla en palabras y descripciones es un ejercicio un tanto fútil, como las primeras palabras del Tao Te Ching que dicen que el Tao que puede definirse no es el Tao verdadero. La gracia de Dios que puede ser definida no es la gracia de Dios. La espiritualidad que puedes explicar no es espiritualidad. La filosofía que puedes explicar no es una filosofía completa, porque, al final, es un sentimiento tanto como un concepto.

El Iniciado está fuera de la evolución humana. Está más allá, en otro lugar. Traspasando esta evolución aquí hay innumerables dimensiones. La experiencia física que describimos como humanidad es una molécula, una forma-pensamiento. Hay otras incontables. Algunas están justo aquí. Hay gente caminando sobre esta tierra, que estuvieron originariamente en lo físico hace 1000 años. Ahora son energías más allá de la mente.

Las 33 energías del hombre son 33 energías que forman una energía, una energía total. El modo de visualizar la es imaginar 33 hebras de hilo entrelazadas. Conforme se retuercen una alrededor de otra, forman una cuerda. Las 33 energías son parte de nuestra evolución. Son el camino de salida y la autopista dentro de esta evolución. Han estado aquí desde el comienzo de los tiempos; estarán aquí más allá del final del tiempo porque son infinitas.

Conforme trabajaba sobre mí mismo durante años y pasaba a través de los procesos que han sido descritos en este libro, la puerta interior se abrió para mí. Empecé a comprender qué está verdaderamente ocurriendo aquí.

Lo que está pasando es maravilloso. En un sentido, para la pequeña mente humana es terriblemente aterrador. Pero por otro lado, es terriblemente bello. Para mí, la decisión fue fácil, porque yo había estado en todos los sitios, había hecho de todo y si yo no buscaba otro lugar para evolucionar, estaba acabado. Muy probablemente, me habría proyectado fuera del plano terrestre. Habría atraído un suceso que me permitiera acabar esta existencia. Como sucedió, una puerta apareció. Cada vez que llegué al final de un grupo de energías, de una serie de experiencias, de una serie de comprensiones, justo cuando me senté y pensé “Bien, esto es todo, Stu, podrías irte al otro barrio y vale”, otra puerta se abrió.

Para muchos de vosotros, el proceso también funciona así. Acabáis con el rollo de este plano mundano. Acabáis con la porquería, así que no necesitáis morir. Lo que necesitáis es el coraje de evolucionar.

Las 33 energías del hombre comprenden un poder sagrado que no está en los libros. No puedes conseguirlo en un seminario. Es una comprensión más allá de la mente. El intelecto dirá que ninguno de estos mundos existe. Pero conforme te acercas a ellos, sabrás que están allí. Probablemente ya sabes que está allí.

Recuerdo un día caminando en las montañas de nuevo México, cerca de un lugar llamado Sipapu, donde cada año me encuentro con mis amigos y presento seminarios en lo alto en las montañas. Caminaba por un sendero de montaña con mi perro. El animal, de repente se agitó y luego se quedó quieto como una piedra. Sus orejas tiesas orientadas hacia el otro lado del camino, hacia arriba, sobre una pendiente con algunos abetos. Miré hacia arriba, esperando ver algún pequeño animal. En vez de eso, lo que vi fue misterioso, asombroso.

A unos 30 metros a mi derecha había una forma geométrica, de color violeta; flotaba en el aire a la altura de la cabeza, rotando despacio. Cuando digo que era geométrico, no era parte de cualquier forma geométrica a las que estamos acostumbrados. No era un cuadrado ni un triángulo, ni un cubo, ni algo oblongo. Pero tenía proporciones geométricas. Suena contradictorio, pero experimenté la percepción de una forma geométrica y aún no puedo explicar su geometría. Es como si existiera en un mundo de 5 dimensiones o en un estado multidimensional, que se convertía para mi beneficio en una percepción tridimensional.

Observé, mesmerizado, como rotaba. Era increíblemente bella. Se movía de un modo extraño, con propósito. Tenía serenidad. Me pareció que tenía inteligencia. Sabía lo que estaba haciendo. Después de un rato, mi perro se quedó satisfecho de que no hubiera nada sobre la pendiente que le pudiera interesar y se echó a andar. Yo seguí observando la forma geométrica que flotaba y giraba. De repente, instantáneamente, cruzó el camino de tierra. Yo no tenía percepción de movimiento, de que viajara la distancia que nos separaba. Estaba unos 30 metros más allá e instantáneamente estaba frente a mí.

No había apariencia de movimiento entre los dos lugares. Estaba allí y repentinamente estaba flotando, a la altura de la cabeza a menos de un metro frente a mí. Flotaba ante mis ojos, rotando increíblemente despacio. Estaba mostrándome aspectos suyos. La forma geométrica era muy compleja, pero muy bella.; cuanto más la miraba, más veía. Había formas dentro de formas, colores dentro de colores. Tenía lo que sólo puedo describir como personalidad. Tenía carácter, algo sagrado, una identidad espiritual. No era sólo un diagrama mecánico en movimiento. Era un ser, un ser geométrico. Tenía una enorme espiritualidad y tenía un modo de atraer mi concentración hacia dentro de su bondad.

Flotó allí por un momento, luego me dio lo que sólo puedo describir como un anillo color dorado. Realmente no me lo dio; flotó cerca de mí. El anillo era de unos 20 cm de diámetro. El anillo dorado era una pista, una llave si prefieres llamarlo así, que abriría una puerta que llegó tres años más tarde. El anillo flotó sobre mí a unos 40 cm sobre mí cabeza. Al momento siguiente a darme el extraño anillo, la forma geométrica se inclinó hacia mí sutilmente, como si fuera una silenciosa oración o reconocimiento.

El proceso de estar frente a mí y lo del anillo, duró unos 30 segundos, entonces se fue por mi izquierda. La vi cruzar una pendiente y pasar un área de hierba, a través de la que fluía un arroyo. Flotó al otro lado del arroyo a unos 6 ó 7 metros. Estuvo colgada en el aire unos 8 ó 10 segundos y desaparición de repente como una pompa de jabón que explotara. Estaba allí y de repente ya no estaba más.

A partir de esa experiencia me di cuenta de que hay muchas cosas más allá de la mente que no entendemos. Desde aquel día, he tenido unas 8 ó 10 experiencias de este tipo, así como visiones internas comparables y símbolos que son parte de la enseñanza o mensaje del anillo. Un montón de cosas sobrepasan mi conocimiento o comprensión. Pero, lo que encontré es que si veo algo que no entiendo, entonces después de un periodo de unos años uniendo las piezas como un puzzle, lo logro entender.

Entraría en detalles, pero a veces es imposible hacer descripciones. Algunas de esas cosas son indescriptibles. Son lugares que no existen, dimensiones que se mueven hacia atrás, doblándose sobre sí mismas. Hay seres que están aquí pero no están aquí. ¿Qué es lo que significa? Algún día tal vez lo sabré. Por otro lado, tal vez la mayor parte nunca lo comprenda. Pero a la vista de eso, en el privilegio de ello, aprendo cosas que no sé y aunque puede que nunca sea capaz de explicarlas todas, algún día alguien, tal vez tú, lo hará.

Por eso, conforme vas hacia la energía 33 como yo lo hice, las visiones te guiarán. La búsqueda te guiará. La fusión te permitirá hacer la trascendencia. Una vez que cruzas, no estás muerto. No estás acabado. No estás sentado en una montaña con una túnica tocando una campanilla con 500 seguidores besándote los pies. Eres el hombre de la basura, eterna, inmortal basura. Mirando calle arriba y viendo a través de la gente como si fuesen trasparentes. Siendo parte de esas dimensiones angélicas. Siendo parte de los espíritus de la naturaleza. Comprendiendo la evolución del agua y del aire, la tierra y el fuego. Viviendo dentro de una dimensión etérica por un lado y siendo un recolector de basura por el otro.

Si te has cruzado alguna vez con una persona que ha logrado maestría sobre la energía 33, nunca lo sabrás. Sé que nunca lograré la maestría sobre ella hasta el día en que deje de enseñar. Poco a poco a lo largo de los años, he empezado a hacer menos apariciones; me muestro en pocos sitios. Así que estoy agradecido, porque estoy llegando allí. Pero un día, cualquier día, voy a comprar un taxi y voy a retirarme al mundo de la energía 33 del hombre, si me permite hacerlo.

Conducirá mi taxi. Y ¿quién estará en el asiento de atrás, sonriendo?. Tú estarás sentado allí, y dirás “Hola, Stu, ¿qué haces aquí?”.

Y yo te diré “Estoy practicando - como tú_-practicando convertirme en nada”

Que Dios te bendiga y guíe tu viaje.

1 comentario:

josemanuel dijo...

Hola Fatima me ha gustado lo que escribiste sobre los 33 pasos, espero leerlo pronto.
Gracias